el blog de Manuel Sáenz Barrio

miércoles, 4 de abril de 2012

SIN ORDEN NI SENTIDO

Para mí, de vosotros:


Vivimos en un país corrupto que se merece todo lo que le pasa, lleno de catetos con buena voluntad que en su vida se han interesado por terminar de leer un periódico ni aunque sea de tirada regional o local. ¿Buena Voluntad? Sí, pero maleable y mutable en función del interés percibido por dicho cambio, al cual le llamamos evolución, madurez o salario. Toda esa voluntad corrompida nos produce un cambio en nuestro propio código deontológico y de ahí que estemos así.

Somos el ombligo de nuestro propio mundo.

Nos creemos cultos por valorar el arte extranjero o por dilapidarlo, somos veletas dirigidas por un viento llamado tendencias. Somos egoístas ególatras incultos que sin saber nombrar de manera clara y concisa nuestros mayores defectos nos aventuramos a  inventar nuestras virtudes. Valientes ignorantes, crédulos ilusionados. Miramos por encima del hombro a nuestros iguales y queremos codearnos con nuestros superiores, eso si, sin saber tan siquiera valorar de manera objetiva el lugar que, de momento y en este preciso instante, nos corresponde ocupar.

Ciudadanos sin ciudad

Vivimos inmersos en nuestros problemas sin preocuparnos verdaderamente de lo que nos rodea, nos hacemos socios o nos afiliamos a ONGs o partidos políticos pensando que de esta manera colaboramos con algo, que somos un pequeño piñón de un mediano engranaje que intenta hacer funcionar un obsoleto sistema. Otros lo criticamos sin hacer nada para cambiarlo. Y lo peor es que nos lo creemos. Hasta un anuncio de cerveza vendiéndonos la idea de “ciudadano de un lugar llamado mundo” llegamos a pensar que nos influencia. Triste. Hemos llegado a convertirnos en ciudadanos de una pequeña habitación. Muy triste.

Y de todos a los que aquí he querido criticar, me reservo un lugar predilecto para mí.

Desde el aburrimiento con amor:
Manu SB




No hay comentarios:

Publicar un comentario